Tras recorrer casi seis mil cuatrocientos millones de kilómetros a través del Sistema Solar, la sonda Rosetta (ESA) ha completado varios hitos en la exploración espacial: despertó con éxito tras meses en hibernación, se colocó en órbita en torno al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y liberó un módulo robótico, Philae, que se posó sobre el núcleo del cometa y recogió datos in situ.
La misión está observando, por primera vez, cómo un núcleo cometario despliega su actividad y desarrolla la coma y las colas que aportan a los cometas su aspecto característico. Y también se trata de la primera misión que alcanza la órbita de Júpiter empleando paneles solares como principal fuente de energía.
Pedro J. Gutiérrez y José Juan López Moreno - IAA-CSIC